El estudiante de hoy será el adulto de mañana. Por lo tanto, necesita ser consciente de sus derechos y deberes. De esta forma, el papel de la escuela es formar ciudadanos conscientes, capaces de comprender el funcionamiento de la sociedad en la que viven y buscar caminos para mejorarla.
La escuela busca actuar como un complemento a la educación que los estudiantes reciben en casa, porque además de satisfacer las necesidades académicas, ayuda en el desarrollo personal del estudiante. El ámbito escolar permite el contacto con experiencias que no se dan en el contexto familiar, posibilitando aprender cosas nuevas y descubrir numerosas habilidades.
Las instituciones educativas juegan un papel sumamente importante en este proceso de aprendizaje. Para que marquen una diferencia en la vida de los estudiantes, necesitan ofrecer una educación de calidad, maestros altamente calificados que estén dispuestos a fomentar el desarrollo de los estudiantes a través de la búsqueda incesante del conocimiento.
La educación va mucho más allá del aula, ya que abre puertas a otras esferas de la sociedad y a un futuro prometedor. Amplía horizontes, transforma vidas, permite el desarrollo del pensamiento crítico y la moral.
Cuanto más avance una persona en su educación, más fácil le resultará vivir en armonía allá donde vaya y más oportunidades encontrará en su camino. En el campo profesional, la instrucción y la calificación aumentan las posibilidades de construir una carrera exitosa.
El objetivo de la educación, en el alumno, es desarrollar la capacidad de conciencia y responsabilidad.
MONTESSORI, Maria